Nadie es auténtico un ciudadano si es esclavo de las reglas del juego económico. El consumismo esclaviza. Todo el mundo consume, muchos compulsivamente. La necesidad de dirigir este consumismo va a favor de la economía y del propio sujeto, que si fuese capaz de consumer solo aquello que realmente necesita, además de crecer como persona, cambiaría el curso de los acontecimientos económicos. La crisis económicas puede vencerse individualmente también, hay que hacerlo desde la responsabilidad, la justicia y la bien entendida libertad.
Hay que luchar contra la vulnerabilidad a manos del grupo, la presión del grupo, marcas, moda, publicidad en general, en una sociedad excluyente para quienes no siguen ese rol. Saber consumer es una tarea a aprender de primer orden.
La ciudadanía auténtica pasa por vencer lo anterior y por entregarse a la participación auténtica, no de galleria, sino de interiorismo.
Se refiere a la capacidad para participar, no solo en lo político, sino también en el resto de las fascetas politico socials como pueden ser en la opinión pública o en el ejercicio profesional.
Es absolutamente preciso no confundir opinión pública con opinión publicada. Hay que tener criterio y saber defenderlo con asertividad. La opinion publicada es la de los medios de comunicación y la de los grupos de presión. En realidad a ella tienenpoquísimo acceso los ciudadanos independientes.
Pero la opinión pública deber ser la plataforma desde la que los ciudadanos deliberan libremente para adaptar la sociedad al curso de los acontecimientos y de los tiempos, dando forma a la voluntad común.
La opinion pública bien construida debe estar viva y tener fuerza para que la sociedad goce de buena salud; en ella caben las sociedades y los gremios o colegios o asociaciones profesionalesque velan por dignificar su profesión.
Hay pues que educar en el civismo para que los individuos alcancen la capacidad de participar en la vida politico social.
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