Colaboración de Isabel Martín Sánchez.
Todo tiene su momento y el que Dios elige es el mejor.
No pretendas que te entienda quien no vibra en tu misma sintonía, no empatices con una frecuencia diferente a la tuya, no merece la pena y solo conseguirás que te robe tu energía. Te hablará, intentará convencerte pero, recuerda, estar en planos diferentes hace que sea imposible, dos líneas paralelas están destinadas a no encontrarse.
Vibra alto, desde la verdad, desde el amor, desde la transparencia de mostrar el alma desnuda, no pienses que mostrarte tal como eres te hará vulnerable, ninguna postura es tan firme ni tan defendible como la que nace de lo auténtico. No bajes a planos inferiores donde se asientan los demonios en sombra, la baja frecuencia necesita nutrirse de luz para elevarse, no des la tuya ni intentes bajar a la suya para salvar lo insalvable. La salvación depende de uno mismo, no de los demás. Tu solo te elevas o te hundes. Solo tú eliges en que sintonía quieres moverte.
Somos granos de arena en el desierto, cada grano es independiente en sí mismo pero no serían desierto si no estuvieran juntos.
Por muy pequeño que te sientas eres grande si decides ser grande pero puedes parecer muy pequeño si te escondes tras los que te hacen invisible
Isabel M. S.
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