
Lo que el corazón quiere la mente lo muestra. Si empezaron diciéndolo los iluminados y los sabios, también ahora lo dice la ciencia. Son nuestros pensamientos los que, en gran medida, crean nuestro mundo.
Mario Alonso Puig, médico especialista en cirugía general y aparato digestivo; miembro de la Harvard University Medical School de la Academia Neoyorkina de las Ciencias y de la Asociación Americana para el avance de las Ciencias, da algunas claves al respecto.
Una de sus máximas es ser firme con las conductas y amable con las personas.

La confianza, el entusiasmo y la ilusión favorecen las capacidades funcionales superiores del cerebro. Es en la zona prefrontal del cerebro donde tienen lugar los pensamientos más avanzados que originan nuestro futuro, en esa zona es donde se valoran alternativas y se estudian estrategias para la resolución de problemas y toma de decisiones. Esta zona está fuertemente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Es así como, lo que el corazón quiere sentir, la mente termina por mostrárselo. En consecuencia: hay que entrenar la mente.
La persona que confía en sí, que está ilusionada y se compromete con la vida, irá mucho más allá de lo que en principio cabría esperar de su trayectoria.
xq se dice que con el corazon se siente y con la mente se decide..si todo lo que penzamos y decimos sale de nuestra mente
ResponderEliminarSiempre se ha identificado el sentimiento con el órgano humano que se llama corazón y a la razón con el cerebro o con la cabeza en general, pero no es que el sentimiento resida en el corazón, el sentimiento realmente está en el alama y lo que el alma siente, lo que el SER siente, se somatiza, afectando así a los distintos órganos del cuerpo.
ResponderEliminarEl hombre, es mucho más de lo que, en principio, está dispuesto a creer que sea; pero el hombre, en realidad, el SER, dejando a la especie a un lado, es mucho más de lo que se ve o se acepta.
El alma no se identifica exactamente con el perímetro del cuerpo, hay científicos que han estudiado que el campo de interacción del alma o las dimensiones del alma, son las que se abarcarían con los brazos extendidos. Pero las interacciones del alma van mucho más allá del campo que se describe con los brazos abiertos y en esta afirmación está también la explicación al principio de la telepatía.
El cuerpo es el vehículo del alma, pero no es el alma misma; así el cuerpo no es la persona, no es el ser, sino el vehículo que tiene para poder moverse e interactuar con este mundo en el que vive.
Sentimiento y razón no están contrapuestos, pero a veces la persona se obstina en cosas que la envuelven y que le impiden ver la realidad del mundo. Por eso dice Carvajal en la entrevista que el sentimiento afecta tanto a la persona que realmente llega a pensar, -en una forma de enajenación-, lo que quiere pensar y no lo que debería realmente pensar.
Para ver las cosas bien hay que tomar distancia. Sentimiento y razón no son enemigos, sino complementarios, pero el hombre se deja llevar, a veces por pensamientos que no son objetivos sino tremendamente subjetivos y muy atados por sus pasiones.
Se debe tomar distancia para ver con claridad. El hombre ha de ver el problema y ver que éste está pero él no es el problema, el problema es una circunstancia y el hombre es el ser que debe enfrentarse al problema para darle y darse una solución racional.
La razón no es buena ni mala, es el uso que se haga de ella lo que va a determinar que el comportamiento de alguien haya sido acertado o no, que se haya conducido de forma recta o delictiva.
El organo corazón no siente, pero sí se puede ver afectado por el sentimiento de la persona, lo mismo que la cabeza. La persona debe estar en su centro y proceder lo más justamente ante todas las situaciones que se le presenten, debatiendose entre lo que tópicamente se ha llamado corazón y cabeza.
Saludos.