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Valores. Siglos después las propuestas de Kant siguen siendo válidas

Tres siglos más tarde no puede tener, la propuesta didáctica que hizo Kant, mayor actualidad y es la que, a fin de cuentas, se encuentra en la raíz de los programas de Educación en valores, con tal transcendencia, que no solo es applicable en los centros escolares, sino también en los hospitales, las empresas, los medios de comunicación, la Administración Pública y actividad política. Sin embargo uno de los problemas centrales a la hora de educar en valores es el de encontrar un hilo conductor que nos permita dilucidar en qué valores es importantes educar. Durante algún tiempo los pedagogos recurrieron a lo que se llamó la clasificación de valores, que consistía en ayudar a los niños a entender bien los valores que habían aprendido en sus hogares o con sus amigos y que habían incorporado sin ningún discernimiento, confiando en que al comprender su verdadero significado y consecuencias, el niño rechazaría lo rechazable y aceptaría lo deseable. Sin embargo la clasificación de

Los valores son...

Los VALORES son lo que lleva al ser a defenderse y reconocerse como entidad digna, teniendo en el conocimiento de que un valor moral necesariamente debe conducir a un bien moral. Los valores morales perfeccionan al ser mientras que los ANTIVALORES lo degradan. Los valores perfeccionan al hombre en su ser, en su razón, en su voluntad , en su libertad . El ser puede carecer de cultura, puede carecer de cosas, puede carecer de salud, etc., pero todo eso no lo menosprecian como persona, sin embargo la orientación negativa de su energía, viviendo en la mentira, en el fraude, en la violencia, hacen al individuo deshonesto y lo degradan como ser. Trabajar para corregir antivalores es trabajar por la justicia que determine la perfección del ser. Trabajar sobre ética y valores ayuda a tener una visión más amplia de la vida, del comportamiento de los demás y de lo que pasa en nuestro entorno a diario; así como de las formas en que nos relacionamos con los demás. Primeramente hab

La palabra es energía vital

  No hay que ser excesivamente razonables porque siempre justificaremos nuestra tristeza, mal humor, preocupación, desánimo, estrés. Cuando nos basamos en cómo queremos vivir, prescindiendo por ejemplo de la tristeza, aparece otra línea de pensamiento en donde es más importante el qué y el por qué, que el cómo. De esta forma, lo que el corazón quiere sentir, la mente termina mostrándoselo. Cuando el cerebro da significado a algo, lo vivimos como realidad absoluta. Pero no estamos siendo conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad. La palabra es energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones, como quienes decidieron hablarse a sí mismos de forma más positiva, consiguieron remodelar su estructura cerebral, los circuitos que generaban ciertas patologías. Podemos cambiar el cerebro con buenas palabras. Ya Ramón y Cajal, premio Nobel en 1906 dijo que todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro. Según lo cua

Lo que el corazón quiere la mente lo muestra

Lo que el corazón quiere la mente lo muestra . Si empezaron diciéndolo los iluminados y los sabios, también ahora lo dice la ciencia. Son nuestros pensamientos los que, en gran medida, crean nuestro mundo. Mario Alonso Puig, médico especialista en cirugía general y aparato digestivo; miembro de la Harvard University Medical School de la Academia Neoyorkina de las Ciencias y de la Asociación Americana para el avance de las Ciencias, da algunas claves al respecto. Una de sus máximas es ser firme con las conductas y amable con las personas.  La confianza, el entusiasmo y la ilusión favorecen las capacidades funcionales superiores del cerebro. Es en la zona prefrontal del cerebro donde tienen lugar los pensamientos más avanzados que originan nuestro futuro, en esa zona es donde se valoran alternativas y se estudian estrategias para la resolución de problemas y toma de decisiones. Esta zona está fuertemente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Es así co